jueves, 6 de septiembre de 2012

El castillo de Malbork

Hoy toca entrada aburrida. Algún día las fotos la mejoraran ;)

El sábado por la mañana tuvimos excursión a Malbork organizada por el curso de polaco. Algo más de una hora en bus, dirección sur. Y allí se encuentra el mayor castillo de Polonia, construído entre el s.XIII y s.XIV por la orden de los caballeros teutones alemanes. De aquella la zona era prusiana, vamos, de control alemán.

Es un castillo impresionante, tiene varias líneas de murallas y entradas que defendían y complicaban la entrada a los enemigos de las cruzadas y consta de tres edificios principales en los que se encuentran las salas donde hacían vida los caballeros (que eran solo unos 50, para ese castillo enorme), monasterio, cocinas, baños, habitaciones de invitados y salones de descanso y fiesta...La fachada es preciosa, de ladrillo granate, las ventanas y puertas de madera... Y todo rodeado y comunicado con jardines y placitas con mucho encanto.

El castillo perteneció a esta orden hasta que el rey de Polonia, Jagiello, lo tomó en el s.XV. Además, fue destruído y reconstruído dos veces. En el s.XVII Prusia reconquistó la zona y arrasó, según entendí, pinturas, esculturas, frescos de las paredes, y el interior de los edificios en general. Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial el castillo fue bombardeado por el ejército soviético y muchas torres, techos, y muros se vinieron abajo, además de la fachada de la iglesia, donde había una escultura impresionante de la virgen, que brillaba a lo lejos cuando daba el sol, porque estaba hecha con pequeñas piezas brillantes de colores, tipo mosaico. Os enseñaré fotos de cómo es ahora, reconstruido, y cómo quedó entonces.

Como dije, dentro aún hay algunos frescos en paredes y techos, que si no me equivoco, son arcos abovedados. Nerea, no me riñas si no es así. El estilo arquitectónico  en general es gótico.

Y en general, tengo bastantes fotos de cosas que me llamaron la atención o me hicieron gracia mientras nos guiaban dentro. Cosas como los baños, la manera de calentar las salas, etc. A Maya también le gustaron, no paraba de pedirme fotos la muy pesada, ¡y yo no salgo casi en ninguna! 

Y no sé, hasta aquí la clase cutre de historia por hoy. 

Bicos e apertas,

Desi

domingo, 2 de septiembre de 2012

¡En Polonia echan ketchup a las pizzas!



Y sí, en resumidas cuentas, esta semana he estado tomando comida basura, dulces, y pasta típica de estudiantes. Menos mal que ando bastante, que si no...

La primera tarde con Manuel fue tranquilita. Quedamos para ir de compras después de sus clases de español y me pidió que le hiciese un tortilla (estuvieron toda la clase hablando de ella y otras comidas españolas, y es comprensible que se le hiciese la boca agua). Así que compramos los ingredientes y nos fuimos directamente a la cocina. ¡Y me salió bien! Le faltaba sal, pero pensé que con la presión de representar a nuestra gastronomía me saldría un desastre. Estaba loco de alegría porque se moría por probarla, y sería la envidia de sus compañeros. Otros días también le preparé ensalada (él nunca come de eso) con una lata de pulpo duro, marca Pescamar, que le pareció súper exótica, y sangría que tomamos con sus amigos, y que para ellos, acostumbrados al vodka, es tan ligera como un zumo de piña.

Y al día siguiente de llegar yo, se levantó muy gentilmente a las 7:30 como yo para prepararme unas rebanadas de pan con mantequilla, un té y unos huevos revueltos (en realidad era una tortilla francesa normal y corriente). Mucho huevo en solo unas horas... Los desayunos polacos son más fuertes que los nuestros, y menos dulces. Una o dos rebanadas de pan con mantequilla, una loncha de algo, o mermelada. ¡Ah! y aquí hacen café echando agua caliente a café molido normal, ¡y no, no se disuelve! 

Un mediodía nos bañamos en el mar Báltico en una playa de Sopot. El agua es menos salada, e igual de fría que en Moaña. Lo que me asustaba era al salir del agua hiciese mucho fresco, pero el día fue el mejor que tuve aquí hasta hoy. Un par de tardes fuimos también con sus amigos a ver el mar de noche y tomar una cerveza. Un día perdimos el tranvía de las 23.20 por unos minutos y tuvimos que ir andando su casa (1 hora, pero se pasó rápido). Conocí un japonés, un finlandés, y un@s cuant@s polac@s, todos majísimos. Vimos el partido Madrid-Barça por internet con sus amigos, pero todo el mundo se quedó a dormir y cuando despertamos, nadie sabía el resultado. Una tarde fuimos a un mirador con mil escaleras donde se puede ver el mar, las dos ciudades Sopot y Gdańsk, y el bosque.

Una tarde me aventuré a ir a ver "el estadio del Ámbar" donde se jugó la Eurocopa, que está lejos del centro y rodeado de obras. Pero bueno, tiene una forma muy bonita y láminas de distintos dorados estilo mosaico por fuera. Probablemente os suene. Las fotos de Maya en sus alrededores valieron la pena, desde luego.

Y para terminar, la desventura de la semana: una mañana en Sopot iba a clases y cruzando con todo el cuidado del mundo, casi me atropella una chica que se cree dueña de la carretera y no piensa en la existencia de los peatones. Y no hablaba en inglés, por supuesto que no.

Pronto, visita al castillo de Malbork de este sábado. 

Cuídense mucho,

Desi