viernes, 31 de agosto de 2012

Kórwa, nie mówie po polsku!


O lo que es lo mismo, resumen de una semana de clases: "joder, ¡no hablo polaco!"


En realidad estoy exagerando. Pero puedo deciros que la pronunciación es muy complicada porque hay muchos sonidos muy similares pero distintos, que nosotros no usamos y que ellos usan en varias combinaciones de dos letras. ¡Todo suena distinto al español! Y el otro problema (quizás mucho mayor) es la adquisición de vocabulario desde cero, en un idioma que no tiene nada en común con el tuyo. Menos dentyst, y palabras por el estilo.

Pero lo conseguiré. Ya he practicado yo solita en un par de tiendas y comprando billetes de tren o tranvía (cuando los compro, pero shhhhh, ¡¡¡que no se entere el revisor!!!). Y ya puedo decir cosas basiquísimas como 'Nie rozumiem, mówie trochę po polsku" (no entiendo, hablo poco polaco) y otras cosas que son demasiado difíciles de escribir y probablemente solo tienen dos vocales entre 7 consonantes... Debería coger los apuntes de una vez y estudiar un poco, desde luego. Pero de todas formas, el lunes estaba más asustada, ahora puedo entender más o menos a la profe, y tengo esperanzas :)

Por otro lado, tenemos clases sobre Polonia. Esta semana tocó historia, desde el baptismo en 966 hasta la Segunda Guerra Mundial. Más o menos esto, pero en más de 8 minutos, y pasando por las mil particiones y divisiones que a lo largo de los siglos hicieron sus vecinos prusianos, alemanes, rusos, austriacos, etc. con Polonia, y las correspondientes sublevaciones de los polacos. Entre un cambio de frontera y otro, Polonia alcanzó su mayor expansión en el s. XVII, pero fue asimilada hasta desaparecer del mapa político europeo entre 1795 y 1918. 

Como veis, atiendo en clase, aunque es de 12.30 a 14.00 y coincide con el sol en la ventana, el hambre, y algo de sueño en aumento. Pero me gustan, kórwa!

La próxima semana: periodo comunista (1945-1989). Estas también promenten ser interesantes, pero serán menos porque también tendremos cine-documental polaco, y un paseíto por el casco antiguo de Gdansk para practicar el idioma en la calle.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Como me aconsejó San, voy a hacer más entradas, menos densas y más a menudo. Pronto, la semana playera con Manuel y otras anécdotas. 

¡Gracias a todos por leerme! 

XXOO,

Desi

lunes, 27 de agosto de 2012

Primeros días

El jueves en el aeropuerto tuve mi primer contacto con los zlotys. Un agua de 4, que me cuesta pagar porque no conozco las monedas. También me cuesta sacar el ticket de bus en el surtidor...y pasarlo luego en la máquina. Y el busero no habla ni papa de inglés. Todo parece súper complicado cuando no entiendes nada de lo que oyes a tu alrededor. Ahora ya estoy más acostumbrada. Fui a Gdansk y de 11 a 1 estuve con "Manuel", dice él, que me ayudó a comprar tickets de tranvía y una tarjeta SIM polaca. Bastante barato. Hablamos un rato en su piso y nos fuimos a junto de Tomasz, con quién estuve viviendo hasta hoy.

Tomasz me llevó a Sopot, para conocer el centro, la playa y la universidad donde tengo clases. Así que él se fue de vuelta al trabajo y yo empecé a explorar la ciudad. El centro es muy pequeño, se limita a la calle Montecassino, que lleva a un par de plazas, al puerto y al paseo al lado de la playa. Espero poder bañarme pronto en el mar Báltico, pero estos días son nublados, a veces llueve, y desde luego, tengo calor muy pocas veces... Y nada, estuve viendo puestos en los que venden ámbar (tengo entendido que Gdansk y las ciudades que la rodean son los mayores mercados de este mineral de Europa). Quedé con Tomasz por la noche, fuimos a un pub muy original donde pincha música todos los jueves (no punchin -, eh! Solo elegir buena música de vinilos y mezclarlas un poco). No lo disfruté como debería, de todas formas, estaba súper cansada de tanto avión y aeropuerto y necesitaba una cama. ¡Pero probé pieroguis de queso y patata (quizás los hay mejores, tengo que probar otros rellenos) y  un chupito de vodka agridulce!

Al día siguiente fue la bienvenida en el curso de polaco, que es en Sopot. Tendremos unas cuantas salidas turísticas, a parte de clases de lengua y cultura e historia, de las que ya hablaré. Conocí a compis, mayoría españoles, y fuimos a Molo, el paseo del puerto (cuya entrada hay que pagar, como lo de ir al baño en sitios públicos. Curioso, pero barato de todas formas). Luego comí con ellos en su resi. ¡Y en el súper hay conservas de marcas españolas, otros productos españoles, y precios similares! Tengo que fijarme más en el aceite de oliva, porque el que vi era demasiado líquido... Por la tarde me fui de paseo por los bosques de las afueras, y me empapé. Menudo chaparrón repentino. Aquí es imposible saber si va a llover cuando sales por la mañana de cada. Puede estar soleado, pero no te fíes... 

Y a la tarde-noche fui a ver un concierto de jazz de músicos de Gdansk en el bosque con Tomasz. Probé la famosa sopa polaca zurek (salchicha, patata, especias, algo más, y una preparación complicada. Riquísima!) Bigos, algo así como un potaje con mucha cebolla, muy rico también, y algo más de cuyo nombre no quiero acordarme... No, no me acuerdo. Luego conocí a unos cuantos amigos suyos majísimos en un pub, con los que estuvimos hablando de mil cosas hasta las tantas.

Total: el sábado tenía excursión a Gdynia y dormí sobre dos horas. Y la verdad, estaba más despierta de lo que esperaba. Gdynia es una ciudad normal y corriente, bastante nueva (se construyó hace tan solo un siglo) y con edificios totalmente diferentes a los de Sopot y Gdansk. Mucho más modernos y feos, vamos. Visitamos un par de barcos históricos, uno que participó en la Segunda Guerra Mundial, otro anterior a la Primera, y también el museo local.  Unos amigos españoles, un amigo turco y yo nos volvimos pronto después de comer. Quizá volveré para ver el paseo con tranquilidad. Y de vuelta con Tomek, fuimos a un bosque de Gdansk con sus amigos, donde hicieron una hoguera, unas salchichas, y contaron historias de cosas paranormales que pasaron supuestamente en el lugsr. Luego nos fuimos a la casa de un amigo porque hacía frío, y tomé zurek vegetariano: en lugar de salchicha, huevo cocido.

Nos fuimos a casa más pronto, pero de todas formas el domingo tuve que recuperar sueño (y todavía no lo he recuperado todo) y dormir hasta las dos a pesar de que teníamos pensado ir a ver un mercado local al aire libre por la mañana. No way... Tomamos un bocado (al mediodía no comen mucho, son más de desayuno y sobre todo de cena. Ya hablaré de esto en otra entrada) y visitamos Gdansk. La calle principal, los arcos de entrada a la ciudad, la calle de las tiendas de ámbar, una iglesia gótica, otra barroca, y una de sus torres (con unas cuantas escaleras cansinas) desde donde se ve todo Gdansk, y parte de Sopot y Gdynia a lo lejos. El casco viejo, vamos, con edificios de ladrillo granate, que me gustan mucho. Cuando tenga portátil actualizaré todas las entradas con las fotos correspondientes. En fin, que Tomasz es muy buen guía, la verdad, aprendí mil cosas sobre Polonia en general y esta zona con él. 

Luego nos fuimos a "merendar" unas salchicas polacas, una normal, pero con mucho más sabor, y grande, y otra blanca, hecha con masa de patata, carne y especias. MUY RICA. Ya puedo decir que me gustan los sabores polacos en general, aunque me quedan mil cosas probar. Todo tiene muchas especias, más grasa y carne que la comida española... Y sabores muy distintos. Quizás me subirá el colesterol si sigo así, cuando cocine en Cracovia intentaré comer más a la española, ¿Eh, Óscar? Pero vale la pena probar esto. Y mientras tanto, le echamos un ojo a una guía sobre España que tiene. En unos días estará por Vigo.

Luego, nos fuimos a ver los astilleros donde nació el movimiento Solidaridad en los 80, de que me habló. Son enormes y no vimos todo el sitio, pero es algo muy distinto a lo que me esperaba, no lo mantienen como un lugar turístico/histórico visitable. Hay un museo en el que espero entrar algún día, un monumento a los que cayeron luchando por los derechos de los trabajadores, algunos carteles con fotos de las protestas en contra del régimen, y luego, astilleros y edificios industriales normales y corrientes. Lo que quiero decir es que si llegas ahí si guía, no entiendes nada, el significado de los sitios, qué es qué, etc. Como por ejemplo el muro que Lech Walesa saltó para protestar ante las autoridades que llevaban el astillero; hoy en día está lleno de graffitis y solo hay un pequeño cartel en polaco, bastante escondido, que indica qué es ese lugar. O cosas como que el astillero ha cerrado hace unos cinco años y lo han vendido, y quieren usar los terrenos para construir edificios. A los ciudadanos no les hace ni gracia que quieran borrar del mapa un símbolo de su actual democracia. Pero parece que es demasiado tarde ya...

 De vuelta en casa, cocinó pasta con verduras, muy rica también, pero no polaca, y nos fuimos a pasear a la playa camino Gdansk a Sopot (a ver cuando hacen el paseo Moaña-Cangas así), y acabamos en el pub bonito de la primera noche, hablando, viendo cuadros abstractos y buscándoles sentido, y con otro amigo suyo.

Y esta mañana ya tuve que estar a las 9 en la uni. Nada más interesante.

Han sido unos días muy completos. Ahora ya estoy en el segundo piso, el de Manuel, estaré aquí hasta el viernes o el sábado. Os dejo ya, voy a despedirme de Tomasz.

Besos, saludos, y best wishes,

Desi

P.D. Creo que me enrollo como una persiana.

jueves, 23 de agosto de 2012

Polska.

Here I am, on the bus back to the airport. Ha sido un día largo, y todavía me espera una noche larga. Estoy cansada y me duelen los pies, pero han valido la pena las caminatas por Londres: aunque al llegar al BigBen a las 6 hora local aprox. me quedé sin batería en la cámara, tengo muchas fotos mías y otras muchísimas más de Maya. Ya veréis.

Pero primero hablemos de las desventuras de esta mañana.

Cierro la maleta y se rompe una cremallera de un bolsillo lateral. Tacos. Hay que cambiar de maleta. No cabe todo. Volvemos a la primera maleta, y prescindimos de ese bolsillo y ya está. Estrés. Despedidas y lágrimas. I just couldn't help it. "No te van a dejar pasar la maleta" era la premonición. Otra cremallera rota,  ¡pero ese bolsillo tiene dos! Grande, pesada y a reventar... Y la premonición se cumplió. Intenté que hiciesen la vista gorda, pero no hubo manera. Tanto buscar vuelos baratos, ir solo con maleta de mano, para luego acabar pagando 50 euros para facturar. Y otros cuantos para el vuelo de mañana. Si lo sé...

En el avión me quité las camisetas, las sudaderas, y el chuvasquero que me sobraba, ¡qué calor! Cuando despegamos me puse a leer y eché una lágrima más. ¡Espero que sea la última! Y luego me comí los dos bocatas de tortilla que me preparó mi madre para hoy. Los dos. Del tirón. ¡Supieron a gloria! Los nervios dan mucha hambre.

Cuando llegué, guardé la maleta en la consigna y conseguí un mapa del centro, compré un billete for 10 £ dirección Baker Street, London. Eran las 12.30 hora inglesa.

Llego y hago un reconocimiento del terreno, para no perderme a la vuelta. Pierdo un poco de tiempo, huelo (o imagino el olor) duns chinchiños da ría, y me voy al metro. En el bus, con el mapa, decidí ir al parque olímpico aunque estuviese lejos del centro. Me compré un ticket para usar the London tube todo el día. ¿8£? Y he de decir que el metro en Londres es muy complicado (o al menos, comparándolo con el de Montréal, que usé 3 semanas).

Como el viaje en metro me dio algo de sueño, me fui a un Starbucks a recuperar fuerzas y usar wifi para facturar la maleta para el vuelo a Gdansk. Cuando me decido a dirigirme al Olimpic Park, resulta que hoy (entre otros días) está cerrado. Solo pude sacar fotos pobres desde lejos...

Vuelvo al centro (London bridge) sobre las 4 hora inglesa. Di un laaaaargo paseo por la orilla bonita del Támesis (o igual las dos son bonitas, pero yo eso no lo sé) hasta cruzar el puente para ir al Big Ben. ¿1 hora y media/2? Le saqué mil fotos a mini-Maya, pedí unas cuantas fotos para mí a gente maja, y vi sitios que no había visto la otra vez (como el Teatro Sheakespeare Globe o algo así, algunos museos, calles con encanto, y muñequitos de la mascota de las Olimpiadas).  Cuando cruzo el puente la cámara se echa a dormir. A partir de entonces, fotos con el móvil, solo de Maya. Un par de parques pequeños, Westminster Abbey, parlamento, Trafalgar Square, Chinatown y Picadilly Circus. Quizás me queda algo. Y todo andando, que son unos cuantos kilómetros, y una tarde entera. En algún momento pensé en alquilar una bici, pero luego me di cuenta de que si voy en dirección contraria por las escaleras del metro, ¿cómo iría por carretera y ciudad entonces?

Pero desde luego ha valido pena. He visto y andado más por Londres en un día, que las otras dos veces hace 3 años con guía. Y me ha gustado mucho la sensación de recorrer sola la ciudad. He cambiado la imagen gris que tenía de esta ciudad, ¿Será porque no llovió? Digamos que he disfrutado y desconectado de la mañana catastrófica.

Cuando el bus llegó a la parada pensé que me quedaba en tierra y tendría que esperar otro ya de noche.Todo el mundo tenía ya billete menos yo, y éramos muchos. Entramos justos, yo de última. Y antes de ponerme a escribir esto cené un rollo empanado de queso, que picaba tanto que no sé decir si fui yo que no noté el queso, o que me dieron lo que no era. Picaba muchísimo. Menos mal que compré también una manzana transgénica que me comí después, sin lavar ni pelar, por supuesto, pero que me quitó ese sabor insoportable. Eso me pasa por querer probar cosas nuevas comprando en un 24 horas...

Me estaré olvidando de mil cosas, además de no poder enseñaros fotos. Solo dos últimas observaciones: 

1. En Londres faltan papeleras. Estuve muchísimo rato con un par de botellas de agua vacías.
2. En el extranjero reconozco españoles tan fácilmente como asiáticos. Y no por el ruido, ¡sino por aspectos!

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Son las 4.30 hora local. He dormido 4 horas interrumpidas, incómoda, pero más segura y tranquila de lo que esperaba. Ya he desayunado y facturado. Espero que haya wifi al otro lado de la puerta de embarque. En una hora lo sabré... ¡Y a ver qué tal el primer día en tierras polacas!

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Cero internet. Ni en el aeropuerto de Gdansk. ¡Aventuras polacas en otra entrada! Ahora estoy con Marcin, no de los chicos que me hospedará estos días en Gdansk. A la 1 conoceré a Tomasz, con quién estaré hasta el lunes.

Escribiré pronto.

Love,

Desi

martes, 21 de agosto de 2012

Adeus ríos, adeus fontes.

En 24 horas estaré en Londres. En 48, en Gdansk, o quizás Sopot. En 72 ya habré tenido el primer contacto con las clases de polaco.

Y como todos sabéis o intuís, estoy muy nerviosa. Pero desde luego, espero que todo se esfume cuando despegue mañana el avión, y así disfrutar del viaje, de la aventura, de los descubrimientos.

En este primer mes estaré en Gdansk, y solo podré escribir desde el iPad (por lo que dudo que vaya a subir fotos, y en cualquier caso, que sean bonitas). Espero esmerarme más en Cracovia, subir fotos e ir hablando de mis experiencias y de las cosas que me hayan llamado la atención. O al menos, no dejarlo abandonado por pereza...

Moaña, Galicia


¡Nos vemos a la vuelta! E como diría a miña abuela querida, "Deus nos axude a ir e vir".